Una nueva galería al aire libre presenta un logo que traza su recorrido

El punto de partida del estudio fue «un viaje a través del paisaje». La idea era vivir esa ruta artística no como una sucesión aleatoria de esculturas a lo largo de los kilómetros, si no como el hallazgo de verdaderos hitos del camino, que fueran mostrando cosas dignas de contemplar por su belleza o significado.

Este posicionaminto retoma el legado de Alfred Watkins, un arqueólogo inglés, quien en sus recorridos por la Gran Bretaña creyó observar que las estructuras arqueológicas, como monolitos, iglesias, entre otras, formaban líneas rectas en el terreno, dando así el comienzo de una nueva corriente ideológica, conocida como líneas ley.

Y es por esta razón que las letras The Line, como tótems, interpretan el trazado de su propio recorrido en el logotipo; con una Aktiv Grotesk customizada, que dibuja la ruta a seguir.

The Beautiful Meme ha credo la identidad para «The Line»: casi cinco kilómetros de paseo al este de Londres, que unen el O2 con el Parque Olimpico de la Reina Isabel. Un paseo dedicado al arte al aire libre, promovido por la marchante de arte, Megan Piper, y Clive Dutton, experto en regeneración urbana, contando con la ayuda de fondos privados.

Este trayecto incluye piezas de escultores como Damien Hirst, Martin Creed, Gary Hume o Eduardo Paolozzi.

El punto de partida del estudio fue «un viaje a través del paisaje». La idea era vivir esa ruta artística no como una sucesión aleatoria de esculturas a lo largo de los kilómetros, si no como el hallazgo de verdaderos hitos del camino, que fueran mostrando cosas dignas de contemplar por su belleza o significado.

Este posicionaminto retoma el legado de Alfred Watkins, un arqueólogo inglés, quien en sus recorridos por la Gran Bretaña creyó observar que las estructuras arqueológicas, como monolitos, iglesias, entre otras, formaban líneas rectas en el terreno, dando así el comienzo de una nueva corriente ideológica, conocida como líneas ley.

Y es por esta razón que las letras The Line, como tótems, interpretan el trazado de su propio recorrido en el logotipo; con una Aktiv Grotesk customizada, que dibuja la ruta a seguir.

Por otro lado, además del singular logotipo, que recuerda perfectamente a la fractura de una falla, la identidad cuenta con un elemento más: veinte grabados exclusivos, realizados por el estudio londinense Heretic, inspirados en lugares concretos del paisaje de The Line.

Grabados creados por Heretic para la marca

Desde mi punto de vista, la identidad es absolutamente preciosa; el logotipo, con un espíritu sencillo, tiene una personalidad arrolladora, que cuenta el proyecto de forma muy directa. Los grabados, que por sí mismos tienen valor artístico, son un complemento muy potente para este branding, aunque por su belleza y protagonismo, pueden canibalizar las obras seleccionadas para The Line. Aun así, el logotipo por si solo podría adaptarse a cualquier cambio en el look&feel y funcionaría perfectamente, si en algún momento el recurso de los grabados se agotara.