Se presenta el rediseño de la marca The Vitamin Shoppe

Como adelantábamos ayer en el post sobre la marca Zoetis (clicar aquí), seguimos adelante con la revisión de los trabajos más destacados recién añadidos al portafolio de la agencia internacional especializada en branding Lippincott (www.lippincott.com).

Si el proyecto que veíamos en el anterior artículo consistió en la génesis de la identidad, desde la concepción del naming hasta el desarrollo de las aplicaciones, este que nos ocupa trata de la revitalización de la marca con el fin de potenciarla y acomodarla a la magnitud del cliente al que representa y situarla en un contexto actual.

Fundada en New Jersey en 1977, Vitamin Shoppe es una empresa minorista especializada en la comercialización de productos alimenticios, suplementos nutricionales y toda una gama de soluciones para el cuidado de la salud y belleza, remedios homeopáticos y fórmulas de nutrición deportiva. A día de hoy cuenta con más de 600 puntos de venta repartidos por 37 estados, Canadá (donde opera bajo el nombre de «VitaPath»), Panamá y algunos otros lugares.

Tras reconocer la necesidad de acrecentar su relevancia en los dos segmentos principales de clientes a los que se dirige, que son, por un lado, los preocupados por la salud y el bienestar general (consumidores de compuestos vitamínicos, minerales y derivados) y por otro, los clientes que buscan el potenciamiento físico y el vigor energético mediante los suplementos y las fórmulas, Lippincott planteó el proyecto con la intención de proporcionar una plataforma de marca unificada y coherente, centrándose en la característica común de ambos tipos de consumidores: la necesidad de empoderamiento -o lo que se interpreta como el afán de querer tomar el control de la comodidad y la propia salud.-

Para ello, inspirándose en la citada necesidad y en el mensaje de que al atender al cuidado y control de la propia salud se consigue favorecer el optimismo y la vitalidad, diseñaron la estrategia de posicionamiento y replantearon todo el sistema de identidad al completo, intentando buscar, como es lógico, la cohesión total de la marca y su plena expresión. El proyecto, mucho más complejo de lo que pueda parecer, comprende multitud de aplicaciones y abarca un sinfín de soportes y escenarios distintos en los que la marca se ha de manifestar, desde las tarjetas y los bonos para las campañas y cursos de formación, pasando por diferentes tipos de packagings, hasta el diseño de la página web o la adecuación de los establecimientos.

En cuanto a la definición gráfica, esta se concreta en un imagotipo alejado por completo de la anterior imagen, más propia de un producto de teletienda de la década de los 90, y se compone del descriptivo «the Vitamin Shoppe» escrito con la apropiada fuente «Corisande» en cuerpos light y bold, más un isotipo con forma de «V», de apariencia radiante y formas redondeadas, que en su versión principal se presenta con un ligero degradado de un cálido tono amarillo anaranjado, complementándose así con el azul del nombre.

Este símbolo, al ajustarlo a una flexible gama de diferentes colores, se servirá por sí solo para protagonizar el diseño de gran parte de las aplicaciones mencionadas; consiguiendo, como vemos en la imagen de los botes cuatro botes, soluciones visualmente muy atractivas.

Como conclusión y al igual que el ejemplo de Zoetis, personalmente lo considero un gran trabajo con buen encuadre global, que consigue cumplir sobradamente con el objetivo de incrementar y reforzar la marca ayudándola a diferenciarse de sus competidores.