Las relaciones entre Australia y América Latina presentan una nueva imagen corporativa

Después de que la pasada semana publicásemos el post sobre la nueva identidad para la Orquesta Sinfónica de Sydney (clicar aquí), permanecemos en la ciudad australiana para repasar uno de los últimos trabajos de Churchward/Melhuish (www.churchwardmelhuish.com), agencia fundada por los multipremiados creativos Joe Churchward y Julian Melhuish, que a finales del 2011, tras más de 15 años en las filas de Saatchi & Saatchi, tomaron la decisión de emprender la aventura de crear su propia firma.

Como apuntábamos, uno de los últimos proyectos de branding realizados por el estudio de Sydney ha consistido en la renovación de la identidad del «Consejo de Australia para las Relaciones con América Latina» (COALAR), comisión establecida en 2001 por el Gobierno australiano para mejorar y facilitar los lazos económicos, políticos y sociales con latinoamérica.

Dejando atrás la simplona y poco distintiva anterior imagen, los autores plantean una original identidad modular que parte de un curioso fundamento conceptual; tomando los cálculos porcentuales de la masa de tierra que ocupa cada país latinoamericano y la del propio país austral, los autores elaboran un vistoso isotipo con forma de la «C» inicial del término «Council», dividido en fracciones de color representativas de los mencionados porcentajes.

Así, como podemos observar en el dinámico vídeo de presentación, la generación de las diferentes sub-marcas que forman parte del sistema de identidad se realiza de manera práctica y coherente, consiguiendo un sinfín de múltiples variantes de fácil asociación y perfecta vinculación gráfica que sirven, además, para expresar visualmente todo tipo de datos e información relativas a los estudios y las actividades del comité.

El imagotipo lo completan, en un neutro color gris, el acrónimo «Coalar» junto al texto descriptivo. Aunque sin poder precisarlo, ambos parecen estar escritos con la fuente «Evo» en su peso light, a la que se le han practicado algunos leves retoques. En mi opinión, la conveniencia del empleo de dicha fuente es el aspecto más discutible del trabajo.

Por el momento no conocemos la forma en la que se activará el universo visual que acompañará el desarrollo de las aplicaciones, aunque las animaciones del vídeo nos dan una pista de las posibilidades que ofrece este colorido planteamiento.

En definitiva, y a pesar de que doy por hecho que algunas voces nos advertirán de la similitud de esta enérgica propuesta con la identidad para el GEW (www.gew.org.uk), la estimo como una espléndida solución cuya mayor innovación radica en la ingeniosa forma en que se interpretan la racionalidad de las cifras, recurriendo a las pautas de la infografía de datos, para cimentar la construcción del isotipo y la consiguiente arquitectura de marca al completo.