El tenis francés tiene nueva imagen

La nueva marca se presenta con un logotipo muy directo, que evoca sin rodeos la cancha de tenis. El color ocre de la arcilla ayuda a evidenciar aún más esta asociación.

La tipografía se ha dispuesto en dos líneas para equilibrar el sello y ayudar a generar esa sensación de líneas pintadas sobre la tierra batida.

En Francia hay un pequeño estudio especializado en identidades de organismos deportivos cuyos últimos trabajos no han pasado desapercibidos. Se trata de Leroy Tremblot, que recientemente ha aparecido en este portal con  aclamados proyectos de marca como el Europeo de Badminton o el Comité Olímpico Francés. Hoy vuelven a ser noticia gracias a su reciente proyecto de rebranding para la Federación Francesa de Tenis.

Este organismo se encarga, desde su fundación en 1920, de organizer y coordinar los eventos tenísticos en el país galo así como de promover la práctica de este deporte entre los ciudadanos franceses. Las principales tareas que tiene son la organización del Grand Slam de Roland Garros y de la representación de los equipos franceses en la Copa Davis y la Fed Cup.

Antes

Después

Con el objetivo de dar mayor visibilidad a las acciones de la Federación, el organismo decidió llevar a cabo un replanteamiento de su actual identidad, que venían utilizando desde 1992.

La intención a la hora de abordar este rediseño era crear una imagen moderna y empática que promoviese el acceso de todos a este deporte.

La nueva marca se presenta con un logotipo muy directo, que evoca sin rodeos la cancha de tenis. El color ocre de la arcilla ayuda a evidenciar aún más esta asociación.

La tipografía se ha dispuesto en dos líneas para equilibrar el sello y ayudar a generar esa sensación de líneas pintadas sobre la tierra batida.

Sin poder valorar mucho más que el logo, creo que se trata de una buena idea que además está bien resuelta.
Existe un pequeño problema de aplicación cuando el logo pisa sobre blanco (como en la papelería), ya que desaparece el borde de la pista y el concepto pierde potencia.

Hay detalles de la tipografía, como las serifas egipcias de algunas letras (como la C o la S), o la B con la cintura cortada (que vemos en la señalética), que creo que son prescindibles, porque apenas aportan valor distintivo y generan un ruido innecesario en una tipografía que podía ser neutra, ordenada y elegante.

Pero en definitiva me parece un símbolo muy potente por ser contundente como sello, directo en su concepto y ordenado en la composición. Leroy Tremblot vuelve a acertar.