El festival benéfico ‘The Big Mix’ presenta su nueva imagen

Al recibir la documentación para realizar este artículo no pude evitar acordarme del último que escribí, hace ya casi dos meses, para hablar sobre la imagen creada para Let’s Move (ver aquí). Sí, sé que al ponerlas una junto a la otra poco tienen que ver pero hay ciertas similitudes formales entre el logotipo para The Big Mix y algunas aplicaciones del otro proyecto. Además de la buenas intenciones de ambas iniciativas, claro.

The Big Mix es un festival que tendrá lugar este verano en Shoreditch, un barrio del distrito londinense de Hackney que tiene como fin recaudar 20.000 £  para la fundación Macmillan Cancer Support. El evento, que cuenta con números musicales, cómicos, películas y cabaret, se celebraba hasta el pasado año bajo la marca de la fundación contra el cáncer mencionada antes pero la agencia a la que encargaron el proyecto hace medio año decidió que lo ideal era alejarse del verde que predominaba hasta la edición anterior para poder así competir con otros acontecimientos que se festejarán también en Londres por la misma época.

La identidad, que cuenta con apenas una semana de vida, ha sido diseñada por Narrative Design (www.narrativedesign.co.uk) y está formada por un logotipo que como viene siendo habitual últimamente cambia de color en cada aplicación, carteles, flyers, camisetas y web entre otras cosas.

El estudio basa la defensa del proyecto en decir que esa variedad cromática en la marca hace referencia a la multitud de actividades que se van a llevar a cabo pero, si bien es cierto que creo que los eventos que no duran mucho en el tiempo pueden tomarse ciertas licencias en cuanto a imagen ¿no creéis que lo que veis en estas fotografías valdría para esto o para cualquier otra cosa? La marca es bonita, sí, pero carente de contenido y eso hace que el resultado sea tremendamente aburrido. Por no hablar de los soportes, donde lo único que se ha hecho ha sido aplicar el logotipo a gran tamaño (poco más que grande que el de los patrocinadores en los carteles -que también tiene delito-).

Así que resumiendo podría decir que es algo así como la canción del verano: pegadiza pero totalmente prescindible.