El Centro de Derechos Humanos de Finlandia presenta una nueva imagen corporativa

Presentamos uno de los últimos trabajos realizados por el estudio finés Werklig (www.werklig.com), al que hoy dedicamos un post por primera vez, pero al que en su momento ya me referí en los comentarios de la noticia sobre la magnífica nueva identidad del casco antiguo de Helsinki realizada por Kokoro & Moi (clicar aquí).

En Finlandia, el Centro de Derechos Humanos es una institución autónoma experta e independiente, -aunque administrativamente relacionada con la Oficina del Defensor del Pueblo- cuya misión es promover la aplicación de los derechos fundamentales del ser humano e incrementar la cooperación y el intercambio de información entre los diferentes actores relacionados en este ámbito.

Necesitados de una identidad visual, tal y como apuntábamos en la introducción, acudieron a Werklig para hacerles cargo de la creación de la misma y estos la desarrollaron completamente, desde el imagotipo hasta las aplicaciones y el resto de activos visuales necesarios.

Teniendo en cuenta la materia de la que se ocupa el Centro, el empleo de un distintivo universal e inequívoco como es el símbolo de la igualdad (=) se justificaba de forma obvia y casi obligatoria pero, al mismo tiempo y debido a su universalidad, presentaba el problema de no aportar el suficiente carácter diferenciador a la identidad.

Para solventar la cuestión, los autores conciben un ingenioso encaje de la composición que permite mostrar de forma explícita el citado símbolo y sugerir implícitamente, mediante la concreta ordenación de las tres líneas de texto que forman el logotipo y aprovechando inteligentemente el espacio negativo entre los elementos, la cruz de la bandera finlandesa, logrando así aportar un significado de pertenencia y cierta profundidad adicional que transforman el resultado en un excelente ejemplo.

Puesto que el Centro está conectado con la Oficina del Defensor del Pueblo, se impuso la utilización de algunos atributos comunes. Werklig, persiguiendo enfatizar la propia personalidad de su propuesta, recurrió a dichos atributos ordenándolos jerárquicamente de manera invertida, por lo que el naranja, usado en la identidad del Ombusdman como color secundario, pasa aquí a ser el principal. Con las fuentes tipográficas se aplicó la misma lógica.

Para el desarrollo de las aplicaciones y con la intención de mantener un enfoque institucional, discreto y respetuoso, se descartó el empleo de fotografías, recurriendo en su lugar a la ilustraciones realizadas por Ilja Karsikas (iljakarsikas.com) de Napa Illustrations (napaillustrations.com).

En definitiva, a pesar de que, como posible inconveniente, podemos apuntar la imposibilidad de ordenar el imagotipo de ninguna otra forma, con lo que esto conlleva al condicionar el sistema de identidad, personalmente valoro muy acertadamente el juego visual que presenta el imagotipo y la brillantez con la que este se resuelve. A mi me ha encantado.