Publicado el 03/12/2013 - Actualizado al 13/12/2022 · 2 min read
Lo primero que tenemos que hacer para poner la marca en contexto es situarnos en el mapa. Canberra es la capital de Australia y fue fundada en 1913 (ya veis lo joven que es este continente/país/isla). Su nombre deriva del vocablo aborigen «kanberra» y significa «lugar de encuentro”. En Canberra se concentra el poder político australiano y para muchos australianos eso es todo lo que es.
Esta capital acaba de presentar su nueva marca, más concretamente, su nuevo logotipo. Para ello han trabajado de forma conjunta la agencia local Coordinate (coordinate.com.au/) y una agencia especializada en relaciones públicas: Content Group (https://contentgroup.com.au/).
Canberra, aún siendo la capital de Australia, juega en una segunda liga por detrás de Sydney, Melbourne o Brisbane, destinos por todos conocidos y primeras opciones por los turistas internacionales e incluso locales a la hora de viajar.
Esta nueva marca pretenderá poner a la ciudad en el mapa internacional, inyectando confianza y solidez (aunque los protagonistas del video no la derrochen) para así atraer tanto al turismo como a inversores y poder generar riqueza.
El logotipo se ha basado en la cuadricula de las calles de la ciudad, (concepto que ya vimos hace poco en la marca Melbourne Festival –puedes verlo aquí-) dando lugar a unas formas sólidas que componen el símbolo a modo de acrónimo de la ciudad: CBR. Estas mismas iniciales también corresponden a Confident, Bold & Ready que es parte del nuevo slogan. Se hace mucho énfasis en el ‘Ready’ con la intención de comunicar que ya están preparados para el gran salto que supone jugar en la liga de los grandes.
Podemos ver cómo el símbolo puede funcionar en sólido, en línea o como contenedor (color, imágenes, texturas, etc), solución gráfica que ya hemos visto en numerosas ocasiones y fundamentalmente utilizada para marcas destino. Cabe destacar el trabajo que hizo Wolff Olins para la nueva identidad de la ciudad de Nueva York (puedes verlo aquí).
Diseñar una marca destino es uno de los proyectos más difíciles de afrontar. No sólo por el espectro de público al que uno se dirige, que es más amplio que el de una marca comercial, sino porque que todo el mundo se querrá ver reflejado y de no ser así los ciudadanos no tardarán en mostrar su rechazo a través de las redes sociales. Precisamente para evitar esto, desde hoy hasta Marzo se invita a los canberranos a participar en este proceso asegurándo así una mejor aceptación. Sabemos que los cambios producen inestabilidad, eso se traduce en inseguridad y esta suele conllevar al rechazo. Esto es aplicable a cualquier cambio de marca.
Si el objetivo de una marca de una ciudad fuese representar a todos los ciudadanos, por edades, sexo, religión, etc o destacar algún monumento representativo, acabaríamos con marcas muy poco aspiracionales y poco diferenciadoras. Algo fundamental a la hora de enfrentarse a un proyecto de este tipo es que las marcas destino se deben pensar para perdurar y tener un largo recorrido en el tiempo. Aquellas que se basan sólo en soluciones gráficas del momento tienen el riesgo de caducar rápido o de parecerse a muchas otras ya existentes y ésta, en mi opinión, puede encontrarse entre ellas.
Han sido 15 meses de trabajo incluyendo posicionamiento, definición de la estrategia, los valores de marca, creación de rutas, etc., y aún así habrá que esperar hasta marzo de 2014 para ver más y sobre todo para ver cómo vive la marca en sus aplicaciones.
Solamente añadir que, como en la vida, el estreno es sólo una vez y ese día hay que tener todo listo.