Albioma, productora de energía a partir de biomasa, renueva su marca

Albioma es una compañía francesa que produce energía a partir de biomasa, esto es, energía a partir de los restos de ciertas plantas, en este caso, la caña de azúcar. Cabe recordar que hace unos meses reseñábamos en Brandemia un caso muy similar de una compañía española, Ence (ver aquí), también productora de energía a partir de biomasa, aunque en ese caso se obtiene a partir de plantaciones de Eucalipto.

Albioma fue fundada hace doce años bajo el nombre Séchilienne-Sidec, pero hoy, la compañía ha decidido cambiar su nombre por uno mucho más sencillo y potente: Albioma, junto a una nueva identidad visual. El proyecto ha sido desarrollado por la consultora de marca W&Cie (www.wcie.fr/‎), que trabajó con la especialista en naming Nomen (https://www.nomen.com/) para el desarrollo del nuevo denominativo.

Antes

Después

El símbolo representa una cinta de Moebius, un curioso objeto matemático consistente en una banda de una sola cara y un solo borde. Este elemento simboliza la infinitud, ya que si camináramos por esta banda recorreríamos las dos caras de la misma y volveríamos al mismo punto de partida. Este elemento se ha representado como metáfora de la sostenibilidad, ya que la energía de biomasa se caracteriza por obtenerse a partir de desechos de plantas que previamente han sido utilizadas con otros fines, siendo por tanto una energía totalmente renovable.

Esta cinta aparece dibujada con un aspecto de hoja de caña, mezclando así los dos conceptos clave de la marca, la sostenibilidad y el origen vegetal. Una inteligente fusión de elementos que da como resultado un símbolo directo e impactante.

Este caso es el perfecto ejemplo de cómo una marca gráfica contemporánea puede hacer un buen uso de efectos de volumen, texturas y sombreado. Lo primero que debe valorarse es que el concepto lo exige, no es gratuito. La cinta de Moebius no sería tal si no se representase en volumen. Pero además, en este caso, esta representación tridimensional se ha llevado a cabo con simplicidad y buen gusto, obteniéndose un símbolo que no deja de ser icónico y directo a pesar de su efectismo.

Este símbolo, con sus curvas y su característica texutra de hoja de caña, se convierte además en un importante elemento gráfico presente en las distintas comunicaciones, dotándolas de carácter e identidad, como podemos ver en el ejemplo superior.

La marca queda apoyada por una buena elección tipográfica, limpia y contundente. Su nuevo nombre, sin duda identifica a la compañía con mayor solemnidad, ofreciendo un denominativo abstracto pero evocativo, fácil de pronunciar y recordar en distintos idiomas, perfectamente preparado para la expansión internacional que pretende afrontar.