Federópticos es un grupo español líder en el mercado óptico y audiológico, con más de 215 centros, 180 socios, y 600 empleados. Hoy, esta compañía presenta su nueva identidad corporativa con el fin de renovar su compromiso hacia sus socios y clientes. El proyecto ha sido desarrollado por la consultora española Soulman (www.soulman.es).
El posicionamiento desarrollado por Soulman está basado en cuatro creencias fundamentales: "la profesionalidad de cada socio, la transparencia con sus clientes, la atención personalizada frente a ofertas no diferenciadas y que el bienestar visual y auditivo es un cuidado al que sus clientes no quieren ni deben renunciar".
Es por todo esto que el símbolo elegido proviene del foróptero, un instrumento de precisión con el que se estudia individualmente a cada cliente y que deviene en una mariposa que también simboliza ese bienestar visual.
"Los diferentes tamaños de los símbolos representan además la diversidad de los clientes y la especialización en lentes progresivas".
A nivel cromático, se utiliza un contraste elegante entre grandes masas de negro y ciertos detalles de degradado azul-verde muy vivo.
La tipografía del logotipo, sobria y geométrica, convive perfectamente con el símbolo y otorga a la marca un aspecto moderno y profesional. Para la comunicación se utiliza la tipografía TheSans como fuente corporativa.
Un rediseño rompedor, que apuesta por códigos poco frecuentes en el sector (no es muy común asociar el negro a la visión), pero es precisamente este carácter innovador lo que le otorga a la marca una gran personalidad.
El degradado de color es interesante, y su combinación con el negro le hace resaltar aún más, dotando de bastante carácter a la identidad.
El símbolo de la mariposa resulta apropiado, por ser un animal que destaca por su belleza y delicadeza, y además está diseñado de manera concisa y directa, y con una justificación creativa y poética muy bien traída.
Sea susceptible o no de mejorar ciertos aspectos, la marca es indudablemente rompedora, lo cual puede ser positivo o negativo, pero es de por sí un gran valor diferencial.